Recibimos aportes de otra oficina vecina, y difundimos:
--> En la oficina hay una "chica" que viste verde, uñas verdes, viste fucsia, uñas fucsia, viste violeta, uñas violeta, pero con esta magistral solución, no va estar tan preocupada todos los días cambiando el color del esmalte...
Ahora entiendo a todas las que van a la oficina con tanta pulsera reloj, es para ver si consiguen algo... yo no entendía cómo no les pesaban las manos.. pero es POR UNA NOBLE CAUSA!!!
Aclaramos: el look está bárbaro para una fiesta, el desfile de Pancho Crotto en Punta, o de Nomepeguen Soygiordano, pero para la ofis, NO!!
Aunque, dejando los prejuicios de lado, hay chicas con talentos excepcionales, que saltan a la vista.
Si no creen, observen el currículo recibido por nuestro gerente de personal, el Excelentísimo Nosferatu Vlad Dracul:
Jorge, yo te quiero dar un consejo. Vos cuidate, porque esas con tantas pulseras, y con esas uñas, ¡son de lo peor! Cuando querés acordar, se te regalan, y lo peor de todo, vos en ese momento no vas a estar pensando precisamente en el ridículo. Te digo porque a un amigo de un amigo le pasó, y cuando quiso acordar, estaba entreverado en un escabroso asunto con una de estas mujeres, cuando el amigo de mi amigo le dijo "Bueno", fue porque ella le pidió que la "arrimara" hasta su casa, ya que era muy tarde y dijo que tenía miedo de salir sola a la calle cuando era de noche. Después, el amigo de mi amigo dijo "Tengo", porque ella le preguntó si tenía un pucho. Después el amigo de mi amigo dijo "Quiero", porque ella le preguntó si quería tener sexo. Resulta que a la noche esa ¡yegua! llamó a la casa del amigo de mi amigo y atendió... bueno no importa, y ella digo que él le dijo que le dijo tres palabras muy importantes: "Quiero... amarte", "Tengo... una mujer que no me entiende" y "¡Bueno! Buenísimo el sexo con vos". A estas horas el amigo de mi amigo está viviendo con mi amigo, en la cama marinera de abajo, y sólo le dieron para que se llevara de casa la jaula del loro. ¡Son ridículas pero muy peligrosas Jorge!
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